PITAGORAS
LOS VERSOS DE ORO
1. Honra ante todo a los dioses inmortales del modo establecido por la ley.
2. Venera el juramento y también a los nobles héroes e iniciados de la Tierra.
3. Y lo mismo a los genios subterráneos, de acuerdo con los ritos tradicionales.
4. Honra a tu padre y a tu madre así como a tus parientes.
5. En cuanto a los demás, haz tu amigo a quien sobresalga por su virtud.
6. Se amable de palabras y útil de obras.
7. No te enojes por las faltas leves que cometan tus amigos.
8. Actúa según tus facultades, teniendo en cuenta que el poder está muy cerca de la necesidad.
9. Aprende que, por una parte, las cosas son así; y por otra, procura superar:
10. Primero la gula y después la pereza, la lujuria y la ira.
11. No cometas jamás ninguna acción vergonzosa
12. Ni con otro ni a solas, porque, ante todo, te debes respeto a tí mismo.
13. Sé justo en palabras y actos
14. No tengas como hábito comportarte sin reflexión.
15. No olvides que morir es el destino común de todos.
16. Y que es condición de la fortuna aumentar y disminuir, pues sus bondades son inciertas
17. Y que los sufrimientos que la suerte proporciona a los hombres proceden de los dioses.
18. Soporta pacientemente lo que te toque en suerte, y ni te quejes, ni te indignes.
19. Aunque conviene que corrijas este destino, reflexionando lo siguiente
20. Que el destino no da muchos de estos sufrimientos a las gentes de bien
21. Y en cuanto a las muchas palabras que pronuncian los hombres, unas buenas y otras no.
22. Que ellas no te turben ni ejerzan influencia sobre ti.
23. Soporta con paciencia y dulzura la mentira pronunciada.
24. Procura cumplir siempre lo que te voy a decir ahora:
25. Que nadie, ni con palabras ni con actos
26. Te induzca o convenza de que debes hacer o decir lo que no sea lo mejor para ti.
27. Reflexiona antes de cometer una acción censurable
28. Pues es propio de los hombres débiles, hablar neciamente y actuar irreflexivamente.
29. Por tu parte, realiza lo que no te pueda causar perjuicio posterior.
30. Abstente siempre de lo que no conozcas.
31. Aprende todo lo necesario para que tu vida sea más feliz.
32. No conviene que descuides la salud de tu cuerpo
33. Procura descubrir la justa medida en comidas, bebidas y en el ejercicio.
34. Entendiendo por justa medida la que no te cause dolor.
35. Habitúate a llevar una vida limpia y decente pero sin lujos.
36. Procura no hacer aquello que pueda atraer la envidia sobre ti.
37. No gastes insensatamente, como los que ignoran la honesta proporción de lo bello;
38. Pero tampoco seas avaro. Lo mejor en todo es la justa medida.
39. Haz lo que no te perjudique, pero reflexiona antes de obrar.
40. No permitas que el dulce sueño cierre tus ojos
41. Sin haber examinado contigo mismo cada uno de tus actos del día.
42. ¿En qué he faltado? ¿Qué he hecho? ¿He omitido alguna obligación?.
43. Repasa todas las acciones que hayas realizado, desde la primera y sin olvidar ninguna.
44. Repréndete si has cometido algún acto vergonzoso y regocíjate con los buenos actos.
45. Práctica de este modo con todo tu esfuerzo y medita en la tarea que reclama tu cuidado, pues preciso es que ames esta práctica con todo tu corazón.
46. Ella te pondrá en la senda de la divina virtud.
47. Te lo aseguro por quien a nuestra alma ha transmitido la Tetratkis, fuente de la eterna naturaleza
48. Pero emprende una sola tarea, tras requerir de los dioses que santifiquen tu esfuerzo.
49. Si pones en práctica estas normas, te convertirás en su dueño; Y conociendo la naturaleza humana, conocerás los lazos que nos unen a los dioses inmortales.
50. Y aprenderás a discernir los elementos que se separan y los que permanecen.
51. Y conocerás, como es justo que se conozca, que la Naturaleza es una y en todo semejante.
52. Y así no esperarás lo que no puede esperarse, ni habrá secreto alguno para ti.
53. Y sabrás también que los hombres padecen los males que ellos mismos escogen
54. Porque son tan desgraciados que no ven el bien que está a su lado.
55. Ni lo oyen, porque son muy pocos los que saben librarse de las desgracias.
56. Tal es el destino que ciega su mente, extraviando su espíritu, como cilindro que gira
57. Van de un sitio para otro padeciendo males infinitos.
58. Triste compañera la discordia que los extravía sin que se percaten.
59. A la que es preciso no provocar, sino ceder para poder evitarla.
60. ¡ Padre Zeus!; tú podrías liberar a los hombres de innumerables males,
61. Con tan solo mostrar a cada uno la divinidad que lo guía.
62. Y en cuanto a ti, hombre, ten confianza, porque la raza de los mortales es de origen divino,
63. A quienes su naturaleza sagrada le revela los ocultos misterios.
64. Si en ello te interesas, y lo practicas disfrutará de sus beneficios.
65. Y tras haber curado tu alma quedarás libre de todos tus pesares.
66. Pero evita alimentos indicados en los libros de las Purificaciones y de la Salvación del alma.
67. Con tu razón, reflexiona sobre cada cosa.
68. Tomando como guía del carro de tu alma la recta comprensión.
69. Y una vez que te hayas liberado del cuerpo carnal, llegarás al éter impalpable
70. Y serás inmortal: un dios incorruptible. Y la muerte ya no tendrá sobre ti dominio alguno.
Existen varias versiones de los célebres versos de Pitágoras, siendo la más conocida la del filósofo Hierocles, quien añadió sus propios comentarios. La versión más esotérica la realizo Fabre Olivet